viernes, 11 de junio de 2010

¿Qué quieres de regalo? –“Privacidad por favor”-

Sin contexto el título parece no decir mayor cosa, pero tiene tanta trascendencia en su momento la tuvo la frase “-no te pude llamar porque no tenía un teléfono a la mano-”, claro, antes de la telefonía celular.

Por estos días se abrió un debate en torno a la privacidad encabezado por Facebook, ya que ha sido blanco de diferentes críticas por el manejo que le dan a la información personal de los usuarios, en donde al parecer se transmite información privada a empresas de publicidad para poder mostrar avisos de acuerdo a los supuestos intereses de las personas, entre otras cosas; eso es tan sola una de las mil caras que puede tener la privacidad.

Me acuerdo de hace algunos años cuando uno virtualmente podía “perderse” en el mundo y no pasaba nada, nadie pedía explicaciones, ni había que dar excusas, no había telefonía móvil, no había internet por todos lados, no teníamos redes Wifí, ni notebook y mucho menos smartphones; contábamos con alguna libertad por así decirlo, y era posible convertirla en tiempo para nosotros, la familia o lo que quisiéramos. Pero lamento decirles que la privacidad, o esa libertad de poderse “perder” en el mundo es algo en vía de extinción, ya verán porqué.

Hagamos cuentas:

A hoy, usted al menos debe tener un móvil, tiene o tuvo una línea fija en su hogar, tiene por lo menos una cuenta de correo, utiliza al menos un cliente de mensajería, si es más 2.0 tiene Facebook o cualquiera de sus similares, tiene un blog y hasta puede tener un Smartphone con internet móvil, mensajería y/o gps, y sí no tiene internet móvil y vive en una ciudad, debe tener por doquier redes Wifi libres para conectarse; en conclusión, tiene usted muchas opciones para NO “perderse”, y si es colombiano, sin duda que por cuadra hay al menos 3 personas que “venden minutos a celular”.

Sumando todo eso usted es un dependiente de la tecnología, completamente conectado al mundo sin quererlo, ya sea o por voluntad propia o por circunstancias de la vida.

-¿Aún está confundido con el título de este post?.-

Supongamos que usted ingresa a un trabajo en una empresa donde se realizan preventas de productos y/o servicios y a usted le dan un Pda para tomar los pedidos y dicho pedido cuenta con un receptor de gps, usted está en su día a día y decide “escaparse” un momento ya que por casualidades de la vida se encontró con alguien, estaba cerca a su casa o sencillamente estaba cansado quiso “tumbarse” en un parque a descansar; está usted ahí ocupado cuando su teléfono móvil suena –“¿aló’”-, -Señor Gómez habla con Juanita Pérez, del centro regulador de despachos de la empresa XXXXXX y estamos viendo en nuestras pantallas que usted está fuera de la ruta asignada, ¿hay algún problema’, ¿está usted bien?-. Qué puede responder usted a eso, aunque no esté haciendo nada malo, está aprovechando el tiempo de su trabajo, por el que le están pagando para labores fuera de sus obligaciones, –¿y bien?-

Otro ejemplo, supongamos que usted es un fanboy blackberriano y por cosas de la vida en su oficina todos tienen ese mismo karma, y dentro de sus contactos tiene usted a su jefe, lo envían a una reunión muy importante en representación de la empresa pero dejó trabajo pendiente, se supone que usted debe captar todos los conocimientos de dicha reunión para transmitirlos a la junta cuando regrese, pero –¿qué ocurre?-, nada, solo que no puede poner atención por estar respondiendo preguntas desde su oficina, y ni modo de desconectarse porque eso es móvil, y como una nube negra de mala suerte le perseguirá hasta el baño, o hasta donde la señal celular alcance, –¿alguna forma de excusarse de alguna de las dos cosas por las que debe responder y por las que su cargo puede peligrar?-.

Un tercer ejemplo, es usted un estudiante universitario de la era 2.0, y ya está trabajando, como es de esperar está usted en más redes sociales que contraseñas pueda recordar, tiene blog, Facebook, Orkut, Messenger, Gtalk, en fin, y tiene a todo el mundo conocido y hasta el de “amigos de mis amigos” agregados a estas redes.incluyendo profesores, jefes y hasta esos amigos molestos que siempre te cargan el trabajo a ti solo. Te enfermas y te excusas del trabajo y de la universidad debido a esto, pero cometes un gran error, tan pronto como te sientes mejor te conectas a Facebook, al Gtalk, al Messenger y a todo lo que diga “Iniciar sesión” y hasta alcanzar a postear algo estúpido en twitter y en blogger; amanece y llegas con cara de enfermo al trabajo, no te excuses, porque te dirán, –te vi en Facebook y vi que etiquetaste algunas fotos mías, también leí el post que colocaste en blogger, no estabas tan enfermo ¿verdad’?-, responde a eso de manera sensata…sí puedes.

Todos hemos leído casos de personas despedidas por hacer comentarios en redes sociales sobre sus empresas, de divorcios anunciados por el mismo canal y ahora hasta sentencias judiciales y citaciones (en algunos países). Tenemos un exceso de comunicación que nos está llenando la copa, y nos está quitando lo más preciado de nuestra vida, “nuestra vida”, tiempo para nosotros mismos.

Sin importar si eres jefe, empleado, estudiante, independiente, lo que sea, de vez en cuando le gustaría o le parecería al menos agradable “perderse” del mundo, y repito, así fuera para estar con la familia, ver una película solo, o sentarse en una banca de un parque a ver como los perros se cagan divierten, algo que viene ven de vez en vez.

Y es faltará poco para que todo se rija y se juzguen según tus movimientos de acuerdo al gps que trae tú móvil, donde para no dar señales de vida deberás morir “digitalmente” y en una navidad o cumpleaños cuanto te digan ¿Qué quieres de regalo? dirás con cara de anhelo “Privacidad por favor”-

Imagen tomada de: http://goo.gl/ImXy



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