martes, 29 de septiembre de 2009

El Futuro de la Investigación de Mercados en Colombia

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He finalizado un ciclo en mi vida y por el momento he dejado de lado el contacto directo con el mundo de la investigación de mercados; eso sí, debo admitir que es un mundo en exceso interesante, aunque por momentos pensé –¿porqué no estudié algo más sencillo?- confieso que hasta preferiría la matemática antes que estar en algo que varía por el volátil comportamiento humano, pero bueno, conocí y aprendí en exceso, y es totalmente cierto, la academia enseña pero la vida real te hace aprender.

Sí, por si no lo sabían o no lo adivinaron por el párrafo anterior, estaba trabajando en una prestigiosa empresa de investigación de mercados, quedé como una “uva” en  estudios de posicionamiento, estudios de satisfacción, estudios de penetración de mercado, y muchos estudios más.

Pero también me nacieron muchas dudas sobre el futuro de la investigación de mercados en Colombia, sobre todo por el avance de la tecnología, donde ya es una extensión más de nuestro cuerpo.

Como todo en el mundo laboral del asalariado gira al rededor del Dinero, el mundo de la investigación de mercados también se ha monetizado, donde la guerra por las licitaciones y la baja en precios es una constante, y el norte de lo que seguramente fueron los principios están quedando atrás, aunque no necesariamente con baja en la calidad, digamos mejor que es una extraña mutación.

La penetración de la telefonía móvil, del internet móvil y demás están haciendo que cada vez más colombianos dejen de lado las líneas fijas, esto nos trae dos problemas, el primero que ya no tendremos directorios telefónicos de los cuales tomar números al azar para realizar los diferentes estudios y segundo, que las bases de datos de los número celulares son privadas, sin dejar de lado el hecho de que sería muy molesto que lo llamen al celular para responder una encuesta, por seguridad y por tiempo; así que en un mediano plazo las cosas tendrán que cambiar.

Otro aspecto es el atraso del mercado colombiano frente a diferentes tipos de estudios, claro que esto también es el cultural, y los que contratan (sean empresas privadas o públicas) tienen un temor latente a probar nuevas metodologías; en el mundo actualizado encontramos estudios etnográficos, estudios psicológicos y estudios morfológicos, aunque son más caros permiten identificar detalles que a simple vista no podrían verse y que definirían el futuro de una marca, de una empresa o de un producto.

En el futuro de la investigación tenemos ad portas la recolección de información en dispositivos móviles, algo que nuestra “cultura segura” no permite abiertamente, (sí, aún se roban un Nokia 1100), pero la tendencia ahora no es enviar a alguien con un dispositivo que lleva una aplicación, no, la tendencia es enviar la aplicación, así es, lo que ahorra costos y tiempo de maneras impresionantes.

Falta mucha, pero mucha capacitación dirigida de frente a los encargados de los Departamentos de Mercadeo de las diferentes empresas, ya que no son conscientes de la importancia de desarrollar por ejemplo un buen estudio de satisfacción, se conforman aún con unas 100 encuestas/entrevistas en donde se miren aspectos que ellos creen importantes, en vez de mirar los aspectos que realmente son importantes, digamos que aunque estamos montados en la cultura del marketing, tenemos que montarnos también en el bus del dmarketing y el marketing inverso, sin dejar de lado el marketing holístico. (no me miren a mi, pregúntenle a Kotler).

Yo no soy un gurú del marketing ni mucho menos de la investigación de mercados, pero durante mi corto paso por ese mundo noté esos y muchos otros aspectos que les iré contando, por ahora les adelanto que el mundo de la investigación va rumbo a la integración con las empresas de monitoria de medios, luego les explico el porqué




2 comentarios:

Unknown dijo...

Yo también trabajo en una empresa de investigación de mercados y se que se pueden hacer muchas cosas nuevas... simplemente falta un cambio cultural.

Unknown dijo...

Falta mucho cambio cultural.