miércoles, 6 de julio de 2016

El Servicio al Cliente ¿política organizacional o valor organizacional?


Sin el tema del Servicio al Cliente es algo sobre lo que escribimos y leemos a diario en muchos medios, la gran mayoría de veces toma relevancia cuando este falla, se genera un incumplimiento o el cliente/consumidor siente que le han sido vulnerados sus derechos de alguna manera.

Ahora bien, toda organización tiene clientes y es algo que no tiene discusión, no importa el tipo de organización que sea, B2B, B2C, C2c, G2C etcétera… y la gran mayoría así sean sin ánimo de lucro, nunca son creadas con ánimo de pérdida, por lo tanto si los clientes no están satisfechos se van, esto con su correspondiente impacto.

Sin embargo, aún siendo parte vital de la organización, los clientes muchas veces no son tomados en cuenta dentro de la estructura de a organización y son relegados a la base de la pirámide, únicamente mencionados cuando se habla de metas y de presupuestos a cumplir y, menos aún involucrados como la parte vital que son.

Teniendo en cuenta esto, es apropiado mencionar como se subestiman los procesos de Servicio al Cliente y se limitan a dejarse como política, entendiendo política como algo que debe cumplirse (en lo posible bien, pero sobre todo cumplir) con unos procesos por debajo y indican que el Servicio al Cliente debe prestarse bajo unos parámetros definidos. Este enfoque sin duda se queda corto, pues tiende a mutar y a convertirse únicamente en un ítem en la lista de chequeo o de indicadores a cumplir más que un objetivo que debe perseguirse, un valor.

Entendiendo valor a nivel organizacional como algo que está intrínseco en el adn de la empresa y del que todos sus colaboradores están permeados, desde que llegan a la organización lo entienden y están en una constante búsqueda de maneras para que se respete ante todo, por no decir a capa y espada con un respaldo organizacional multinivel que propende por mantener al cliente en los primeros lugares de la escala de valores.

¿Cuál es el ideal?
No existe última palabra y siempre hay lugar a recibir opiniones y experiencias sin embargo, cuando se plantea que el Servicio al Cliente es una regla, una política que cobija ciertos procesos y procedimientos que provienen de un manual y su aplicación y seguimiento se deja al libre albedrío de los colaboradores sin duda pasará a formar parte de los correos no leídos y de las tareas pendientes. Esto no quiere decir que construir todos esos instrumentos y herramientas sea mal, en lo absoluto, es la base, el insumo completo con el que se debe contar, pero es solo el punto de partida.

¿Cuál es la meta?
Simplemente convertir esa política en un valor. Que sea más que algo escrito y que ese valor provenga desde los niveles superiores de la organización; presidencias, gerencias, jefaturas, siempre que provenga de allí, recordemos que el efecto cascada es mayoritariamente efectivo si se sabe utilizar.

¿Cómo se logra?
En primer lugar y como regla de oro, los niveles jerárquicos más altos de la organización deben estar involucrados, a fin de incrementar el nivel de cambio, pues esté bajará en cascada a los demás niveles.

Segundo, debe ser algo que esté articulado 360° en la organización, pues muchas veces al interior de una misma organización se hablan varios lenguajes que en últimas lo que hacen es obstaculizar la adopción de nuevas instrucción.

Tercero, debe haber un plan de trabajo, o plan de campaña, con un lanzamiento, un punto cumbre y un seguimiento constante o refuerzos, usualmente en cabeza del área de Talento Humano.

Todo esto no se puede ver a corto plazo, ya que si lo que se busca es convertirla en un valor propio de la organización es algo que siempre estará presente.

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